Nos conocimos en la calle, unos minutos antes de hacerle la nota estábamos a punto de entrar al edificio en donde vive y dió la casualidad que Daniel también estaba llegando en el mismo momento:
“¿Ustedes no son los de Caza Casas?”
Por un mili segundo pensé que nos había llegado la fama, pero no. Era simplemente que estábamos con todo el equipo para hacer las fotos y era más que obvio que éramos nosotros.
Así el ex-futbolista devenido en escritor, nos abre las puertas de su hogar, un apartamento ubicado en pleno barrio Pocitos, rodeado de árboles, con una envidiable vista desde el balcón y luminosidad.
El apartamento es amplio y muy, muy luminoso, con una hermosa paleta de colores tierra excepto la habitación de las niñas y la de su hijo adolescente, obvio.
“Ojo que todo esto que ven no soy yo, es mi pareja la que por suerte se encargó de dejar así de linda la casa. Creo que es algo bueno que no me haya metido.”
Está casado con Martina Gadea, cantautora y psicóloga, quien (según Daniel) es la única que se puede llevar los créditos de la decoración.
Su historia es la del jugador de fútbol que escribía, y que hoy, piensa férreamente que la pelota y los libros sí pueden ir de la mano.
Nacido en Colonia del Sacramento Daniel es el menor de tres hermanos. Se convirtió en jugador de fútbol y durante su carrera deportiva, jugó en clubes como: Plaza Colonia, Peñarol, Cerro, Danubio, y en el exterior en el Cruz Azul de México, Nueva Chicago de Buenos Aires, Mineros de Venezuela y Treviso de Italia.
A la par empezó a escribir. Luego a escribir libros y novelas para niños. Ahora tiene 16 libros editados, entre ellos su novela más conocida: “Mi Mundial”
¿Pero cómo es que un jugador de fútbol termina siendo un escritor? Según cuenta, encontró en la escritura un vehículo para hacer catarsis, despojarse de frustraciones y tristezas. Siempre fue un lugar que le hizo recomponer, inventando historias y personajes.
Actualmente, Daniel se desempeña como director de la Fundación Celeste, una fundación que tiene como propósito fomentar los valores del deporte en la educación de niños, niñas y adolescentes, particularmente a través del fútbol
La misma está integrada por Jugadores de la Selección Uruguaya de Fútbol de ayer y de hoy que tienen vocación de ayudar a la comunidad y mantienen su compromiso más allá de la cancha.

El regalo que eligió de Divino fue un cubre cama celeste, (color especialmente elegido por él) en honor a la selección. Creo que todos estamos con un poco de fiebre mundialista y no nos culpo.
Solo espero que nos traiga mucha suerte.
Agradecemos a Daniel por recibirnos y a Divino por el regalo (casi amuleto).